martes, 22 de diciembre de 2009

Papas

Mas raro que papas en verano!

N: Mierda, eso no tiene sentido
D: Lo logreeeeeeeeee!
N: Si, lo lograste, salta, se feliz.
D: Ya pude comprobar porque 2+2 es 5!
N: ¿Ah?... Emm... Si, claro D, por favor compruebalo
D: Pues veras... Todo empieza cuando
N: Como me encanta que no sepa darse cuenta de sus verdaderos logros.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Y a la mierda el mundo.

- ¿Perdon? ¿que ha dicho? ¿Cenicienta? ¡No me venga con cuentos baratos! ¡Yo soy el principe! Ni azul ni morado, ni verde. ¡Que soy daltonica!
-... Pero si usted es mujer
- Y si, usted es hombre y no me ve quejandome.
- Pues que no puede ser el principe, tiene que ser la Cenicienta
- No quiero. Ya fui Cenicienta suficiente tiempo y estoy cansada del prototipo. Sere un principe y rescatare gente de las fauces de la rutina.
- No puede, usted es una mujer.
- ¿Que quiere decir?
- Que no hay trabajos asi para mujeres.
- ¡Y si yo no busco un trabajo! ¡Va a ser mi vocación, mi vida!
- ¡Pero usted debe ser Cenicienta!
- ¡Y que yo no debo ser nada, hombre! ¡A la mierda el mundo!
Y le arrebató el papel de las manos a San Pedro. La primera mujer con un certificado de principe daltonico. No voy a ser mas la Cenicienta de mi cuento.

N: Mira que somos unas putas genios
D: Es el segundo...
N: Dijiste algo inteligente ._.
D: ¡Quiero otro chocolate! ¡Dame otro chocolate! ¡Dame! ¡Dame! ¡Quieroooo!!
N: No. Anda y lo compras en la tienda.
D: Pero no hay tiendas.
N: Claro que si... Buscala...
D: ¡Si! Voy a buscarla!
N: Por la izquierda es mas facil.
D: ¡Si! Por la izquierda...
N: Je... Lo bueno que es ver a D caminar hacia el desierto *-*

Continua....?

Se abrazó a si misma con una media sonrisa, mientras apoya su cabeza en la puerta y mira a su alrededor. Era perfecto. Apartado y pequeño, absurdamente perfecto. Tomó su mochila del suelo y la lanzó a la cama antes de dejarse caer ella en esta también, con los brazos doblados detrás de la cabeza y mirando al techo blanco. Si, todo iba a estar bien
El recuerdo fue rápidamente bloqueado. No quería recordar esa noche terrible en la que la oscuridad casi la había consumido, quería recordar algo mejor, algo mas dulce. Pero como siempre que nos intenta encontrar un recuerdo, la carrera para dar con otro que le agradase era muy difícil, y ella estaba cansada. Suspiró, volviendo a sentarse y luego de unos instantes de duda parándose. Ya tenía a donde ir, y el apartamento no se iría a ningún lado, así que podía salir.
Cruzó la puerta y la cerró sin seguro tras de si. Bajó los escalones con pasos rápidos pero acostumbrados y llegó al primer piso, a la salida. Se despidió con un movimiento de la mano del guardia y salió.
-Mierda-susurró con la mano en la baranda de la puerta y observando al exterior.
Y eso era: una mierda. Eran todos unos engendros oscuros y deformes, de piernas y brazos largos y ojos claros que caminaban con sus pasos pausados de gigante. Ninguno se miraba entre si mientras transitaban por las calles de una ciudad igual de enorme, oscura y deforme. Pensamientos. Volvía a estar dentro de su cabeza. De pronto, uno de los pensamientos giró su cabeza con lentitud y la miró con sus vacíos ojos blancos. Una boca se formó en sus labios y los brazos se estiraron hacia ella con la misma lentitud del resto. La chica no pudo moverse en todo el penoso transcurso. La iba a matar, la iba a matar. Toda su vida había sido perseguida por entes que se encontraban afuera, entes peligrosos y temibles que ella había sabido esquivar con la maestría de alguien que protege su vida. Entonces, los brazos del pensamiento se quedaron junto a su cuerpo, con las manos de dedos largos hacia adentro. Si no es porque era una locura hubiese jurado que la miraba con dulzura.
Se giró y huyó hacia el edificio que le daba seguridad. Pero tampoco era seguro. Sus paredes, antes de ladrillos, ahora eran de negrura vivida y palpable. Volvía, derrepente y sin aparente explicación, a estar corriendo por los pasillos de su mente. Felicidad efímera que me has robado, demonio. Relegó la voz a narradora a lo mas lejano que pudo de los callejones. De pronto, una pared apareció ante su incrédula mirada, sin razón aparente. Y una mano fría se le robó el aire de los pulmones. Sus ojos se abrieron y su boca también, unos buscando respuestas, otros buscando aire. Ninguno encontró lo que buscaba, como suele pasar. ¿Y que se hizo de la luz blanca? ¿Donde estaba? ¿A donde la llevaría? Ah... Ahí estaba el aire y los ojos rojos mirándola.
Corre que te corre, que el mañana puede existir en ese pequeño apartamentito, solo no te lances a las manos de tus pensamientos.

N: Y es que pasa
D: ¿El que?
N: ¿Tu sigues aqui? ._.
D: Claro... ¿A donde mas deberia poder ir?
N: Deberias estar en... Bah, que mas da. Sigue el chocolate...
D: ¡Worf! ¡Chocolate!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿A donde vas niña de cabellos rojos?

Corre que te corre pequeñina, que mañana esta lejano. Si, corre, en tu bola de cristal con tus cabellos rojos moviendose al viento, como queriendo alejarse de tu cuerpo y acercarse a aquello que te persigue incansablemente. Corre, que la única salida es inalcanzable.
- ¡¡QUE TE CALLES!!- le gritó con cansancio y asco a esa maldita voz que insistía en narrarlo todo. No le gustaba.
Un jadeo escapó de su boca y con cansancio dio el siguiente paso, y el siguiente, uno mas... Pero la salida no llegaba, era inalcanzable, tal y como había dicho la voz de niño. Su piel canela claro estaba cubierta de pequeñas gotas de sudor que daban fe de todo aquello que había recorrido, aunque ella seguía dudándolo. Tal vez todo era una ilusión y ella no había movido un pie.
A sus lados seguían pasando, inagotables, las mismas paredes blancas o negras que había visto al comienzo. Igual ella seguía corriendo, que era lo único que tenia por hacer. A lo lejos veía el mismo punto pequeño y esperanzador de luz por el que había empezado a correr y atrás... ¡oh! Atrás estaba esa voz y esos dientes como dagas. No, a eso no debía acercarse, debía seguir corriendo.
Trastabilló y casi pudo sentir sus brazos como púas cernirse sobre ella. Pero sacó fuerzas de donde no había y en una pose extraña, mirando al frente, con el cuerpo medio doblado y con los dedos de una mano rozando el suelo, recobró el equilibrio.
Todo había empezado de la manera mas normal del mundo. Toc, toc. Hola como estas con aquella voz de seductor conocido. Si, si. Beso va, beso viene. La caricia de siempre y una carcajada con los brazos en el cuello. Y de pronto, de la nada, una sonrisa macabra que no reconocía. ¿A donde vas a correr, niña de cabellos rojos? Sus ojos castaños se abrieron como nunca. La había encontrado, habían dado con su delgado cuerpo aquellas pesadillas de la infancia. Y su ropa en el suelo, y su celular demasiado lejos. El único lugar para refugiarse es donde tendría lugar la batalla campal. Pero ella no estaba lista para ella, tenia que correr.
Cuando aquel monstruoso ser entró en su cabeza ella empezó a correr, por aquellos conocidos pero nunca antes vistos pasillos tan claros como oscuros. Tenía que llegar a una salida, huir de los dientes filosos, de unos ojos rojos. No era hora aun, que aun tenia cosas por hacer, que decir, que ver, que vivir.
Pero la habían encontrado, y ahora que lo habían hecho no podría huir por mucho tiempo. Su aura era algo... extasiante. Una droga única que todos querían, que todos necesitaban, pero ella no quería dar. Que al fin de cuentas era suyo. Cederla significaría su muerte.
Corre que te corre niña de cabellos rojos. No eres Alicia en el país de las maravillas, no hay conejo que te salve.
Tal vez tenia razón, tal vez no iba poder salir de esta. Tal vez no tenía sentido seguir corriendo, huyendo de las garras supurantes de aquel ser familiar. Si se entregaba la muerte seria rápida y mas fácil que la vida. Si, para... para...
Pero antes de parar...
- Jo-de-te-susurra la chica al ver que lo que venia buscando se abría ante ella. Primero pasó una mano que estiró hacia la luz clara y reconfortante. Pronto todo su cuerpo desnudo fue pasando por la luz, casi siendo arrastrada por esta. Que bien se sentía... tan cálido y tranquilo. Ni siquiera el grito de frustación, de odio y promesas de venganza del demonio que se quedó al otro lado de su mente puede romper su tranquilidad. Ya todo estaba bien. Había sobrevivido y había algo mejor que un blanco conejo esperándola al otro lado de la madriguera.

N: Me aman
D: ¿Lo hacen?
N: Con locura.
D: Pero es imposible, tu eres inamable.. Es como decirle al azul que sea azul... No, no, no.
N: Pues me aman, y es tu culpa
D: Yo solo soy culpable del Big Bang
N: Si... Una verdadera lastima eso.
D: ¡Claro que no! Fue genial, me encantó que el mundo hiciese ¡BUUM!
N: A mi no... Hizo mucho ruido y creó cosas irritantes como tú.
D: Pues voy a hacer uno nuevo y se va a llamar Big BUUM!
N: Idiota -.-"
D: Que no entiendo, si cuando explota hace ¡BUUM! porque se llama Big Bang...
N: Di eso una vez mas y te golpeo ¬¬
D: ¡BUU
N: M!
D: ¡AUCH!

domingo, 13 de diciembre de 2009

No hay tiempo peor perdido que el que se pierde añorando.

Acaricia con tristeza la rosa que hay entre sus manos. Le han dado mil consejos de como superar todo ello, y todos coinciden en que tiene que deshacerse de sus cosas, pero se niega a soltar la rosa. Puede deshacerse de todo, botarlo todo, desperdiciar momentos dulces de su vida... Todo, menos la rosa. No se la quiten pues sin ella estara desnuda ante el mundo, le tocara volver a tocar a la puerta de la realidad y traspasarla con la cabeza gacha. Que la fantasia dura muy poco para los felices y se lo habian advertido con miradas. Que todo es mejor cuando es pero no es. Que la ficcion es la mejor realidad, porque no te toca.
Pero no, no quiere lanzarla lejos, a las llamas del olvido que la consumiran y despojaran de su belleza. Que la rosa es suya, es suya y de nadie mas, ni siquiera es de la rosa misma, es sola suya y de su espiritu convaleciente. Porque la rosa no debe pertenecerle a otros ojos excepto los suyos, ningunas manos deben herir su imagen, ninguna nariz debe oler su perfume de aroñanza. Sus espinas solo deben hacer sangrar la imagen de una persona. Que se queme todo, que se pierda todo... Menos la rosa roja que no se marchita.
Y ahora que estamos, te voy a contar un secreto sobre ella... Ella, que con la misma sonrisa de siempre te mira despreocupada, ella a la que todo lo va bien, ella no puede deshacerse de esa rosa que lo es todo y no es nada y que abraza en su pecho.

D: Y tenemos cumpleaños?
N: Claro que los tenemos! No pueden dejar de
D: Cuando son?
N: El problema es que nuestro cumpleaños solo se puede decir una vez, asi que debes prestar mucha atencion...
D: ¿Porque?
N: Si te digo sabras algo y no quiero que lo sepas
D: Pero... Azuuuul
N: Voy a decirlo a la de 3
D: AAAAA
N: 1...
D: ZZZZZZZZ
N: 2...
D: UUUUUU
N: 3...
D: LLLLLL
N: Nuestro cumpleaños es
D: ooooh!! Somos unos cumpleañeros censurados!
N: No D, debias haber prestado mas... bah! Para que me molesto...
D: Auch!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Son...

Son textos viejos
Son rosas marchitas
Son el fuego crepitando a media noche,
quemando hojas vacias
Son la voz de alguien canturreando una cancion vieja
Son tantos momentos atesorados en una cajita
En una cajita a la que no puedo echarle llave.
Son tantas idas y venidas, tantas sonrisas medio dolidas
Son gritos en la mañana, risas en la tarde y besos en la noche
Son... y son... y nunca dejan de ser
¡SALGAN DE AHI!
Que no las quiero en mi interior
Que la cajita no tiene llave y mi letra se deforma con tus labios
Son, y son, y son tus ojos en los mios
Y son, y son, y son tus labios sobre los de alguien mas
Son los sueños que deberian ser desechados
Son aquella tarde fria en la que te dije adios
y tu no dijiste nada.
Son los juegos que jugaste conmigo, mientras creia tus palabras

N: Maldita sea, este sera el ultimo texto
D: El ultimo de una serie de primeros
N: Te voy a golpear
D: Que no, que no >_<
N: Que si, que si
D: Mamiiii! Dueleeee T.T
N: Callate, nosotros no tenemos madre.
D: Padre?
N: Menos
D: Eres mi hermana!
N: Nunca!! Primero muerta
D: ¿Estamos vivos?
N: Mierda! Te pusiste existencialista