domingo, 18 de octubre de 2009

Pensamientos pensados

Y entonces yo pensé que tu pensabas que todos pensábamos pensamientos pensados.
Fue un día difícil el que pensé eso, aunque pareciese uno como cualquier otro yo lo percibía de otros colores, con otras texturas. No tanto por el hecho de que este pensamiento me atormentó durante largos y difíciles días, si no porque no me pareció un pensamiento justo con el mundo. No podía sacar de mi mente el hecho de que estaba pasando algo por alto, estaba olvidando algo. No era el hecho de que esta respuesta saliese cada vez mas a menudo de mis labios sino otro, otro que se me escapaba. Y me dispuse a perseguirlo, a cazarlo con una dedicación y tenacidad solo equiparables a las de un león hambriento. Me aterrorizaba el hecho de olvidar un pensamiento o recuerdo de tan vital importancia, era como... Enfrentarse a una bestia sin la certeza relajante de que vas a morir, sin la calma del suicida. Ese olvido era mi bestia y tenia que atraparla, con cuidado y dedicación, como atrapan las alas de un colibrí el viento al cortarlo.
Primero ten algo, luego destruyelo.
Pero este pensamiento era terriblemente escurridizo, especialmente astuto y hasta un tanto nocturno, me atrevería a decir. Todas las trampas que puse fueron eficazmente esquivadas, anuladas o olvidadas también. A veces aun unas de esas trampas olvidadas se activan sin razón aparente y atrapan un pensamiento especialmente dulce, causándome un dolor terrible y horroroso, que no te podrías imaginar porque no reside en la imaginación si no en la realidad.
Entonces, una mañana, y sin previo aviso. Lo encontré. Era un pensamiento tan importante y memorable que no entendía como podía haberlo olvidado tanto tiempo, ni como había logrado evadirme sin que yo lo notase.
Eras tú, tú y solo tú, mirándome con tus ojos algo adormilados, hablándome al oído con tu voz de medianoche mientras tus brazos rodeaban mi cintura en un estrecho abrazo y encontré el error de mi frase. Yo no pensé y tu no pensaste que ninguno pensaba pensamientos pensados. Ninguno de los dos quería pensar en lo que el otro pensaba, yo solo quería sumergirme en el mar oscuro de tu voz, dejarme llevar por unas olas terriblemente aterradoras y relajantes. Subían y bajaban, me sumergian y me volvía a dar aire cuando ya estaba a punto de ahogarme.
No, yo no pensé nada. No podía pensar nada mientras me perdía en tu voz. Mis pensamientos pensados eran solo laberintos sin fin.

N: Cada día esta peor.
D: DESCARADO!!
A: Es precioso.
N: Es un lapsus especialmente malo. Creo que deberíamos echarte.
A: ¿Que?
N: A patadas, es mas.
D: Veeeeeeeerdeeeeeee
A: ¿El normalmente no decía azul?
N: ¿Ves? Ya afectaste su infantil mente.
A: Es mentira!
N: No te preocupes D, yo te protegeré.
D: El mundo giraaaaaa, giraaaaaaa.
A: ¿Protegerás a D? ._.
N: No, solo era una frase de película, siempre funcionan.
D: Yo me voy a ese hombro con N
N: ¿A cual hombro?
D: Vamos, vamooooos!!
A: ¿Que?
D: Saltando y nadando nos fuimos al hombro izquierdo, para que el mundo se caaaayeeese de una vez.
N: D, no cantes ¬¬
D: Avecitaaa!
N: Te mate.
A: No, calma. Paz y amor.
N: Haz el amor no la guerra?
A: Alejate ¬¬

No hay comentarios:

Publicar un comentario