martes, 20 de octubre de 2009

2+2

Las matemáticas siempre han sido una ciencia extraña para mi. Tan exacta y a la vez tan imprecisa, me causan un temor terrible y a veces hasta aburrimiento... Pero luego... Luego les tomo cariño. Luego entiendo todos los números que se forman en la pantalla blanca que es el tablero y que mi profesor rasga con una tinta oscura. Todo danza a mi alrededor, los números se hablan unos con otros, se entienden y complementan y todo, por un breve instante, tiene un orden divino... Luego desaparece.
Aun recuerdo que 2 mas 2 es cuatro, pero eso también es inseguro. Las matemáticas son un mundo aparte, lo entiendo ahora. A unos les cuesta entenderlos, otros la entienden nada mas verlas, otros simplemente nos perdemos en ella sin comprender el orden en su totalidad. Así es mi mundo. Pero en vez de números hay letras, frases sueltas que aun no han resuelto su ecuación, no han encontrado su signo de suma, su compañero, su resultado. Es tan fácil indicarles que hacer... Cuando sabes que hacer, pero cuando no sabes da lo mismo, intentes lo que intentes el resultado siempre estará mal, y no puede estar relativamente bien, solo mal o bien.
Malditas matemáticas que se colan en todo.

N: Odio las matemáticas
D: Eso esta mal. Es 5
N: No me vengas con eso D
D: Te lo digo! Y ni siquiera, en el mejor de los casos es 5, pero normalmente es 42145. i
N: Maldito idiota, no puede ser .i
D: ¿Porque?
N: Porque las matemáticas son solo números
D: Pues no, porque yo digo que es .i y lo es!
N: Te lo explico así D: decir que .i esta bien en las matemáticas, es como decir que tu eres inteligente.
D: ¡Totalmente natural y verdadero!
N: No tiene caso, en verdad
D: Holmes dice que si.

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