jueves, 16 de junio de 2011

Una de esas veces

Era una de esas veces en las que pretendía que no le importaba un pepino, cuando en realidad lo que quería era lanzarle un millón de pepinos en la cabeza. Aunque ni con esas se daría cuenta.

N: D, ¿Estas seguro que la perdiste?
D: Si, si, hace un segundo la tenia aqui.
N: ¿Seguro?
D: ¿Seguro de qué?
N: De si la perdiste.
D: Ah... No, no estoy seguro... Seguramente es solo un extravio.
N: ¿Sabes de que hablo?
D: Claro que si.
N: ¿De qué?
D: Pues de florecitas rosas, ¿no? Es de lo que siempre hablas.
N: Si, la perdiste.

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