Treinta dias me pase buscando tu sonrisa. Treinta dias en una tierra desconocida, donde llovian rosas sobre mi, treinta diez de correr a traves de campos verdes hasta donde abarcaba la vista. Fueron treinta dias en los que no sonreiste todas tus sonrisas. Treinta dias que los pase tan cercanamente lejana a tu cuerpo, tan abrazada a una mentira. Fueron treinta dias sin una sonrisa.
Pero se acabo, solo hoy vengo a rendirme a los pies de este silencio, a rogarle porque tus ojos brillen de nuevo cada vez que me vean pasar entre la lluvia. Agotada de reirle a tu frialdad. Mi cuerpo ya no da mas, mi alma se agoto de esconder las lagrimas.
Pero el silencio no habla, me mira sin murmurar nada como viene a ser costumbre, no sonrie, ni sus ojos brillan. Es que ya no tiene sentido la irrealidad.
Pase treinta dias intentando que entendieses cuanto te amaba, tu no lo entendiste. Ni tarde ni temprano, ni antes ni despues y ahora con el unico orgullo que me queda te dejare para que te encuentre alguien mas. Alguien que no tenga que buscar tanto en tu interior para verte sonreir.
N: El orgullo es bueno, te hace errar.
D: Sabes, N? Tu sonries mucho!
N: No es verdad. Tu eres el que sonries demasiado.
D: Claro que si, pero tu aun mas. Sonries tanto como marmota en verano.
N: Te sigue doliendo la garganta, D, querido?
D: Solo un poquito.
N: Quieres un masaje?
D: Estaria bien!
N: Perfecto.
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